Descripción
Cuando el molinero murió, dejó su herencia a sus tres hijos. El mayor se quedó con el molino; el mediano, con un asno, y el pequeño, ¡con un gato! El muchacho pensó que con un gato no llegaría a ninguna parte. ¿Qué provecho le sacaría? Pero no sabía que aquél era un gato muy especial que tenía la intención de hacer de su joven amo uno de los hombres más ricos del lugar.






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